Ciencia y diplomacia: Dra. Karla Pozo y su rol en el debate global sobre contaminación por plásticos
La Dra. Karla Pozo, académica de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño, es una de las voces científicas que alertan sobre el problema de la contaminación por plástico a nivel global, recogiendo las evidencias que demuestran que su impacto en la salud -de las personas, de los animales y de los ecosistemas- no puede ser ignorado.
María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS.
Desde la cima del Everest hasta el fondo del océano, el planeta está repleto de plástico. El problema ha sido alertado tantas veces que es fácil perder conciencia de su magnitud, pero tiene manifestaciones visibles extremas, como el “Gran Parche de Basura del Pacífico”: una masa de 1.6 millones de kilómetros cuadrados (más del doble de la superficie de Chile continental) compuesta por decenas de miles de toneladas de pequeños fragmentos de plástico degradado, flotando en el océano entre Hawaii y California.
Los científicos que estudian el problema de la contaminación por plástico en el mundo han ido recogiendo las evidencias que demuestran que su impacto en la salud -de las personas, de los animales y de los ecosistemas- no puede ser ignorado. La Dra. Karla Pozo, profesora de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño en sede Concepción, es una de ellos.
Con más de veinte años de experiencia en el campo de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), en la última década la Dra. Pozo se ha enfocado en la contaminación por plásticos y sus impactos en el ambiente acuático. Es coautora de más de 100 publicaciones y colabora activamente con redes de investigación de instituciones nacionales e internacionales.
Dada su experiencia, participa constantemente en encuentros científicos y de toma de decisiones, incluyendo cumbres mundiales como el Comité Intergubernamental de Negociación (INC): una serie de cinco sesiones que está llevando a cabo Naciones Unidas con el objetivo de desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica.
Diplomacia ambiental y lucha de intereses
El tercer período de sesiones del Comité (INC-3) se celebró en noviembre de 2023 en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en Nairobi, Kenia. La Dra. Pozo es parte de la delegación chilena, compuesta por expertos y representantes de diferentes sectores como el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio del Medio Ambiente, la academia, el sector privado, recicladores de base y la sociedad civil.
“El objetivo en esta tercera reunión era revisar el borrador cero del tratado; acordar un mandato para construir un primer borrador con opciones definidas”, explica la Dra. Pozo. Sin embargo, tras dilatadas discusiones, los delegados “no lograron llegar a acuerdo en la revisión del borrador, ni consensos para el trabajo previo al INC-4, que se realizará en abril-mayo de 2024 en Ottawa”.
Con la presencia de aproximadamente 1500 participantes de 170 países, el INC-3 fue escenario de intensas negociaciones y debates. En ese sentido, la académica es crítica respecto a la presencia de 143 lobistas y gestores de intereses de la industria química y de combustibles fósiles: 5 veces más que la Coalición de Científicos, que tuvo sólo 40 científicos.
La Dra. Pozo considera que el grupo de “países de baja ambición” (Low Ambition Coalition) interrumpieron y desviaron las conversaciones como estrategia para estancar el proceso. “La estrategia utilizada fue bloquear el avance en los grupos de contacto, para dilatar lo más posible los avances, bloquear un acuerdo ambicioso y no detener su desmedida producción”, sostiene. Por su parte, los “países de alta ambición” (High Ambition Coalition), grupo del cual Chile es parte, “asumen conceptos como la transición justa y la eliminación del uso de ciertos químicos, motivado por las importantes intervenciones de grupos de recicladores de base y pueblos indígenas, lo que es una gran señal, pero que no alcanza a asegurar los tan anhelados avances de cara al INC4 e INC5″, agrega la Dra. Pozo.
En este contexto, durante la INC-3 “la delegación chilena propuso contar con equipos de científicos independientes, libres de intereses, que puedan apoyar a las distintas delegaciones de la región y del mundo, con el fin de alcanzar un acuerdo no viciado por la industria, lo cual es destacable”.
¿Qué sigue?
El consumo mundial anual de plástico ha superado los 320 millones de toneladas y se prevé que la producción se duplique en los próximos 20 años si no se toman medidas. Como sabemos, la mayoría del material producido tiene un solo uso y se convierte rápidamente en residuos que no son biodegradables, sino que se rompen en trozos cada vez más pequeños. En los ambientes acuáticos, como los que estudia la Dra. Pozo, los desechos ya han entrado a la cadena trófica o de alimentación hasta llegar al ser humano, con efectos y alcances aún desconocidos.
Tras las grandes dificultades de las negociaciones en el INC-3, la investigadora sostiene que debemos poner atención a los problemas globales que nos están afectando, entre ellos el cambio climático. “A lo largo de su ciclo de vida, los plásticos tienen una importante huella de carbono y originan el 3,4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Estas emisiones se duplicarán con creces entre 2019 y 2060”, advierte.
Tal como se recalcó en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), la contaminación es uno de los principales motores de la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas. “Se necesitan medidas ambiciosas ahora para evitar que la contaminación por residuos plásticos pueda acelerar el colapso climático”, enfatiza la Dra. Karla Pozo.