11 septiembre, 2024

Investigadores USS desarrollan soluciones sustentables para la acuicultura chilena

Margarita González y Javier Campanini, académicos de la Universidad San Sebastián, sede De La Patagonia, impulsan un proyecto que busca controlar la plaga de “piojo de mar” en los centros de cultivo acuícola, a través del uso de extractos de plantas. Un enfoque respetuoso con el medio ambiente que responde a los desafíos actuales de la industria salmonera.

 

María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS.

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La caligidosis, causada por el parásito Caligus rogercresseyi o “piojo de mar”, es una de las mayores amenazas para la salmonicultura en Chile. Esta enfermedad parasitaria, que afecta principalmente a los salmones cultivados, ha provocado millonarias pérdidas en la industria acuícola, llegando a duplicar el costo de producción de un kilo de salmón cuando las jaulas están infestadas. Aunque se ha intentado controlar su propagación con fármacos antiparasitarios, el piojo se ha adaptado para resistir la acción de estos compuestos.

Margarita González, bióloga marina y doctora en Ciencias de la Acuicultura, y Javier Campanini, químico farmacéutico y doctor en Farmacología, ambos académicos de la USS en la sede De La Patagonia, exploran una solución alternativa desde la investigación interdisciplinaria. Juntos llevan adelante un proyecto que busca combatir el parásito de manera más efectiva y sustentable, basado en el uso de compuestos extraídos de plantas con propiedades antiparasitarias.

Estos extractos, que son cuidadosamente seleccionados y procesados, constituyen una alternativa natural a los fármacos tradicionales, reduciendo el impacto ambiental”, explica Margarita González, quien comenzó a indagar sobre el uso de extractos naturales en su tesis doctoral.

El parásito Caligus rogercresseyi, conocido como “piojo de mar”,es un ectoparásito marino que se adhiere a la piel de los peces, afectando especialmente a los salmones y otras especies en las áreas de cultivo acuícola. Foto: Archivo Salmonexpert

Tecnología para la sostenibilidad

El enfoque de los investigadores se nutre también del conocimiento tradicional. “En esta línea de investigación hemos considerado los usos ancestrales de plantas con fines antiparasitarios por parte de las comunidades”, comenta Javier Campanini. “Hacemos una caracterización química y validamos su efectividad a través de experimentos controlados, asegurándonos de que los compuestos extraídos de las plantas tengan la capacidad de actuar sobre el parásito”.

Precisamente, uno de los aspectos más innovadores de este proyecto es la tecnología empleada para extraer los compuestos de las plantas. “Utilizamos tecnologías avanzadas como la sonicación, es decir, aplicar ultrasonido para romper las células vegetales y liberar los compuestos activos sin necesidad de emplear solventes agresivos, que dejan residuos contaminantes”, explica el Dr. Campanini.

El producto final que buscan desarrollar no será un medicamento administrado directamente al pez, como una inyección o una pastilla, sino que será aplicado a través de baños de inmersión. “Esto facilita su uso en los centros de cultivo, reduciendo la complejidad operativa”, puntualiza la Dra. González.

El Caligus causa daños significativos a los peces al provocar lesiones en la piel, lo que los deja vulnerables a infecciones secundarias y reduce su capacidad de alimentarse, afectando su crecimiento y salud general. Además, el estrés inducido por la infestación puede ser letal en casos severos. Los altos costos de tratamiento y manejo de este parásito representan un gran desafío para la salmonicultura. Foto: Archivo Salmonexpert.

Ciencia, industria y políticas públicas

Un aspecto clave para el avance de éste y otros proyectos es la colaboración que han establecido los investigadores con empresas del sector acuícola y salmonero. Además de contribuir a validar el enfoque práctico de las soluciones desarrolladas, este vínculo ha facilitado una mayor integración entre la investigación y las necesidades de la industria.

En los últimos años, la salmonicultura ha experimentado un cambio significativo impulsado por avances científicos. “Hace diez años, la industria utilizaba grandes cantidades de antibióticos, pero hoy han disminuido notablemente debido a que las empresas han implementado políticas relacionadas a la sustentabilidad de su matriz productiva, el fuerte acompañamiento de SERNAPESCA en este contexto y las relaciones sinérgicas con la academia”, señala Javier Campanini.

Paralelamente, tanto Margarita González como Javier Campanini están activamente involucrados en la discusión y generación de políticas públicas relacionadas con la acuicultura. La Dra. González es miembro del comité científico técnico asesor de la Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA), un ente regulador clave para la industria salmonera en Chile. “El comité revisa y genera propuestas de investigación necesarias para la regulación y toma de decisiones, especialmente en temas sanitarios”, explica.

Junto con otros expertos del sector, contribuye al desarrollo de nuevas normativas y leyes, como la Ley General de Acuicultura, actualmente en discusión, que busca actualizar el marco regulatorio que rige a esta actividad en Chile, separándola de la Ley General de Pesca, debido al crecimiento exponencial del sector en las últimas décadas.

Por su parte, como miembro de la Mesa Regional para la Ejecución del Plan Nacional de Resistencia Antimicrobiana, Javier Campanini participa en una instancia interministerial que reúne a representantes de diversos sectores para abordar la creciente problemática de la resistencia a los antimicrobianos en humanos y animales.

Dra. Margarita González, académica de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza, y Dr. Javier Campanini, académico de la Facultad de Medicina y Ciencia, ambos en sede De La Patagonia.

Próximos pasos

Su participación en estas instancias ha permitido a los académicos alinear sus iniciativas con las demandas de la industria y las normativas emergentes. Actualmente, el proyecto de caligidosis se encuentra en una fase avanzada de pruebas en laboratorio, mostrando resultados prometedores en condiciones in vitro. “Lo que sigue es probar nuestras formulaciones en condiciones controladas, en estaciones de desafío que simulan los centros de cultivo, para asegurarnos de que los extractos reducen la carga parasitaria sin comprometer el bienestar animal”, subraya la Dra. González.

Para llevar el proyecto al siguiente nivel, el equipo está postulando a financiamiento Fondef, con el objetivo de validar sus hallazgos a mayor escala. “Necesitamos demostrar que nuestra solución es efectiva en peces infestados y que podemos contribuir a una acuicultura más sustentable”, concluye Javier Campanini.