Investigador de la USS explora las causas de la preeclampsia
El Dr. Ivo Javier Carrasco Wong, académico USS, destaca que, aunque la preeclampsia suele desaparecer después del parto, los últimos avances sugieren que podría dejar secuelas tanto en la madre como en el recién nacido.

El Dr. Ivo Javier Carrasco Wong, investigador y académico de la carrera de Tecnología Médica en la USS, se adentra en el enigma de una patología que afecta al 7% de las mujeres embarazadas en Chile: la preeclampsia. Aunque es una condición conocida desde hace décadas, el académico subraya que su origen sigue sin estar claro y, a pesar de las terapias paliativas disponibles, aún no se cuenta con una cura definitiva.
En entrevista con el medio Ciencia en Chile, Carrasco destaca que, aunque la preeclampsia suele desaparecer después del parto, los últimos avances sugieren que podría dejar secuelas tanto en la madre como en el recién nacido. Su actual proyecto de investigación se centra en cómo se mantiene el estado inflamatorio sistémico en mujeres embarazadas diagnosticadas con preeclampsia.
Con un enfoque en enfermedades crónicas no transmisibles, el Dr. Carrasco ha dedicado su carrera a la programación fetal y las patologías del embarazo. Explica que la preeclampsia aparece inesperadamente en un momento que debería ser de alegría y emoción, lo que añade una capa de injusticia a la condición. “Existen muchas hipótesis sobre las condiciones pregestacionales que podrían influir en la aparición de esta patología, pero aún no contamos con una respuesta definitiva”, expone el Doctor en Ciencias Biológicas, mención Biología Celular y Molecular, en la Pontificia Universidad Católica de Chile, también Doctor en Ciencias Naturales en la Universidad de Regensburg, Alemania.
Actualmente, el Dr. Carrasco lidera el proyecto PAI-SA77210087, titulado “El desbalance entre DAMPs y SAMPs, de origen placentario, promueve y perpetúa el síndrome materno asociado a preeclampsia temprana”. Este estudio, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), se encuentra en su penúltimo año de desarrollo.
¿Cuáles son las hipótesis que está manejando sobre la preeclampsia?
En mi investigación, no me centro tanto en el origen de la preeclampsia, sino en los mecanismos que mantienen la sintomatología de la madre durante la gestación. Estamos investigando la disfunción endotelial asociada a la hipertensión y el estado proinflamatorio crónico. La hipótesis del proyecto es que, en un tipo específico de preeclampsia, la severa, hay una alteración en la placenta que hace que esta secrete moléculas capaces de activar el sistema inmune de la madre. Este proceso crea un estado proinflamatorio generalizado, especialmente en el sistema cardiovascular. Estamos analizando si las moléculas provenientes de la placenta están relacionadas con la sintomatología. Estamos estudiando unas moléculas llamadas alarminas, que normalmente están dentro de las células y se liberan cuando hay daño o estrés celular, contribuyendo al estado inflamatorio.
¿Hasta el momento hay resultados que se puedan compartir de la investigación?
Hemos observado que algunas células de la placenta en estado de estrés pueden alterar el perfil de las células endoteliales y monocitos, llevándolos hacia un estado proinflamatorio. Lo que nos queda por confirmar es si estas moléculas específicas son las responsables o si otras moléculas también están involucradas. Estamos convencidos de que el efecto ocurre, pero necesitamos precisar si las moléculas que estamos estudiando son las responsables.
¿Cómo cree que estos resultados podrían cambiar la percepción actual de la preeclampsia o influir en futuras investigaciones?
La percepción de la preeclampsia ha cambiado en los últimos años, considerándola ahora también como una patología inmunológica, además de cardiovascular. La perspectiva inmunológica en el estudio de la preeclampsia es relativamente nueva.
¿Cuál es el foco específico de su investigación?
Mi investigación se enfoca en la sintomatología y cómo podría haber nuevas formas de tratamiento basadas en la modulación inmunológica. También estoy interesado en explorar cómo la preeclampsia podría afectar a la madre a largo plazo, ya que se ha descrito que las mujeres que la han padecido tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares años después del parto. Esto abre una línea de investigación sobre cómo estos eventos impactan la salud de la madre en el futuro.
Si tuviéramos que explicar qué causa el estrés en la placenta durante la preeclampsia, ¿Cómo lo haría usted?
Generalmente, en los casos severos de preeclampsia, la placenta se encuentra en un estado de hipoxia, lo que significa que tiene un bajo nivel de oxígeno. Esto ocurre porque el flujo sanguíneo hacia la placenta no es suficiente. La causa fundamental de este problema es que las células del embrión, que forman la placenta, no logran remodelar adecuadamente las arterias del útero.
Para entenderlo mejor, durante el embarazo, las células placentarias deberían ser capaces de cambiar el calibre de las arterias del útero de un tamaño normal a uno más grande. Este cambio permite que entre más sangre a la placenta. Sin embargo, en la preeclampsia severa, esta remodelación no se lleva a cabo correctamente. Las arterias permanecen con un diámetro reducido o solo cambian muy poco, lo que limita el flujo sanguíneo.
Debido a esta falta de adaptación, la sangre fluye con demasiada fuerza hacia una placenta que no puede recibirla adecuadamente. Esta presión adicional puede dañar físicamente las células placentarias. En respuesta a este estrés, las células dañadas comienzan a liberar moléculas al torrente sanguíneo materno, lo que intensifica la inflamación y contribuye al desarrollo de la preeclampsia.
¿Cómo se puede abordar este problema para mejorar la salud de las madres y los recién nacidos?
Abordar este problema implica dos frentes principales: la prevención y la gestión durante el embarazo. En términos de prevención, es crucial identificar a las mujeres en riesgo antes del embarazo o en las primeras etapas de la gestación. El seguimiento cercano y la implementación de medidas para mejorar la salud cardiovascular pueden ayudar a reducir el riesgo.
Para la gestión durante el embarazo, el tratamiento se centra en controlar la presión arterial y reducir el estrés en la placenta. Esto puede incluir el uso de medicamentos antihipertensivos y estrategias para mejorar el flujo sanguíneo. Además, la investigación continúa en el desarrollo de terapias específicas que puedan abordar directamente la causa subyacente del problema.
¿Cómo ha sido su experiencia con el financiamiento de ANID y la inserción académica a través de estos fondos?
Mi experiencia ha sido muy positiva. Los fondos de ANID han sido cruciales para insertar a nuevos investigadores en el campo académico. La Universidad San Sebastián, la cual ha patrocinado mi inserción, también ha sido muy receptiva y ha apostado fuerte por la investigación. Se han hecho mejoras en recursos y contratación de nuevos investigadores, lo cual ha sido muy beneficioso. Sin embargo, ser académico es desafiante debido a la multiplicidad de responsabilidades: investigación, docencia y vinculación con el medio. Es un equilibrio complejo, pero la experiencia ha sido enriquecedora.
Si tuvieras que compartir alguna experiencia personal o desafío relacionado con su rol académico, ¿Qué destacarías?
Uno de los aspectos más enriquecedores de mi rol académico ha sido la oportunidad de equilibrar la investigación, la docencia y la vinculación con el medio. Aunque la investigación demanda dedicación y energía, me permite mantenerme en constante aprendizaje y crecimiento. La institución ha sido un gran apoyo en este proceso, lo que me ha motivado a seguir mejorando la vinculación con el medio y a expandir el alcance de mis actividades, un desafío que estoy abordando con entusiasmo.
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