30 junio, 2025

Académico USS participa en guía ética de la OMS sobre investigación en salud

La OMS publicó una guía inédita que establece principios éticos para orientar la definición de prioridades en investigación en salud. El Dr. Bernardo Aguilera, académico de la Universidad San Sebastián, integró el equipo internacional que elaboró el documento, con el objetivo de promover decisiones más justas y transparentes en la asignación de recursos científicos.

 

María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS.

Académico USS participa en guía ética de la OMS sobre investigación en salud

¿Qué problemas de salud deberían investigarse primero? ¿Qué criterios éticos deberían guiar esa decisión? En un contexto de recursos limitados y demandas crecientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso inédito al publicar una guía internacional que busca responder estas preguntas. Se trata del primer documento de este tipo que aborda de forma sistemática y explícita la dimensión ética de la priorización en investigación en salud. El profesor Bernardo Aguilera, académico de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián, formó parte del grupo internacional de expertos convocado por la OMS para su elaboración.

La guía, lanzada oficialmente el 23 de junio, establece principios y recomendaciones para que gobiernos, agencias financiadoras, universidades, centros de investigación e incluso investigadores individuales puedan definir sus agendas de investigación de manera más equitativa, transparente y justificada. La propuesta surge tras décadas de evidencia sobre la desigual distribución global de recursos científicos y el escaso impacto que muchas veces tienen los esfuerzos de investigación sobre las poblaciones más vulnerables.

Lo que está en juego al decidir qué investigar no es menor: estamos hablando de quiénes se beneficiarán de futuros avances en salud y quiénes quedarán fuera. Esta guía busca precisamente que esas decisiones no dependan de intereses particulares o coyunturas políticas, sino que respondan a principios de justicia”, explica Bernardo Aguilera, quien participó de la redacción del documento, junto a investigadores y bioeticistas de África, Asia, Europa, América del Norte y Oceanía.

Una brújula ética para orientar la ciencia

El documento establece cuatro principios fundamentales que deberían guiar cualquier proceso de priorización en investigación en salud: optimizar el valor social de la investigación; respetar las obligaciones especiales de quienes toman decisiones (por ejemplo, hacia ciertas poblaciones o enfermedades); evaluar y justificar los posibles daños colaterales; y seguir procedimientos justos, inclusivos y transparentes.

La guía también incluye herramientas prácticas, estudios de caso y recomendaciones para poner en práctica estos principios según los distintos contextos. “La ética en investigación tradicionalmente se ha enfocado en la protección de los participantes de un estudio. Pero esta guía va más atrás: plantea que el momento de decidir qué investigar también es un acto ético, porque afecta directamente a qué conocimientos se generarán y a quiénes beneficiarán”, señala Aguilera.

Un trabajo global, con sello latinoamericano

La elaboración del documento fue liderada por la Unidad de Ética y Gobernanza de la OMS y coordinada por el Dr. Joseph Millum (Universidad de St. Andrews, Reino Unido), en conjunto con un comité de siete especialistas de distintos continentes. El grupo trabajó en múltiples reuniones virtuales a lo largo de dos años, revisando capítulos, discutiendo casos y sistematizando la literatura disponible. Posteriormente, se abrió una consulta pública mundial, donde investigadores, instituciones y ciudadanos pudieron enviar sus comentarios.

En ese proceso, la participación de Bernardo Aguilera permitió incorporar la perspectiva latinoamericana y las experiencias de la región en la asignación de recursos en salud. “Desde nuestra región, sabemos que muchas veces las prioridades de investigación no coinciden con nuestras verdaderas necesidades sanitarias. Esta guía ofrece herramientas para cambiar esa dinámica, a través de procedimientos y principios éticos adecuados”, comenta.

El documento final está disponible en el sitio web de la OMS y ya comenzó a ser difundido por organismos internacionales como la OPS y por instituciones académicas en distintas partes del mundo. Se espera que, en los próximos meses, pueda ser adoptado como referencia por agencias de financiamiento, universidades y redes de investigación.

Hacia una ciencia más justa

Más allá de su impacto inmediato, la guía de la OMS marca un cambio de paradigma. Propone entender la investigación en salud no solo como una actividad técnica o académica, sino también como un proceso profundamente ligado a decisiones colectivas sobre equidad, prioridades sociales y justicia global.

No toda investigación que se puede hacer, se debe hacer. Y no toda investigación útil es igualmente prioritaria. Este documento nos aporta herramientas para pensar mejor, como comunidad, hacia dónde queremos orientar nuestros esfuerzos científicos”, concluye Aguilera.