Académicos USS entregan al MINSAL resultados de estudio sobre centros comunitarios para personas con demencia
Académicos de la Universidad San Sebastián estudiaron la implementación de los Centros de Apoyo Comunitario para Personas con Demencia en distintas regiones del país, destacando su pertinencia social y los desafíos que enfrentan.
El informe de resultados fue entregado oficialmente al Ministerio de Salud como insumo para fortalecer las políticas públicas y orientar la expansión de estos centros.
María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS.

En Chile, aproximadamente 180 mil personas viven con demencia, cifra que podría triplicarse hacia el año 2050. Dado que los tratamientos farmacológicos tienen una eficacia aún limitada, la atención integral que ofrecen iniciativas como los Centros de Apoyo Comunitario para Personas con Demencia (CACPD), creados en el marco del Plan Nacional de Demencia del Ministerio de Salud, puede tener un impacto concreto en la vida de estas personas y sus familias.
Para evaluar la implementación de estos centros desde su creación en 2017, investigadores de la Universidad San Sebastián desarrollaron un estudio financiado por el Fondo Nacional de Investigación en Salud (FONIS).
Quisimos entender cómo se han ido implementando estos centros en distintos contextos, desde el inicio de su funcionamiento, considerando que es un modelo único diseñado específicamente para nuestro país, implementado a nuestras realidades locales”, explica Jean Gajardo, director general del proyecto y académico de la Escuela de Enfermería, Facultad de Ciencias para el Cuidado de la Salud.
Este jueves se realizó la entrega formal del informe de resultados al Ministerio de Salud, donde fue recibido por la Dra. María Soledad Martínez, jefa de la División de Prevención y Control de Enfermedades, y por Javiera Erazo, jefa del Departamento de Salud Mental, ambas de la Subsecretaría de Salud Pública.

Dr. Jean Gajardo, Dra. Josefina Aubert (USS); Javiera Erazo, María Soledad Martínez (MINSAL)
La investigación abarcó la experiencia de cinco centros ubicados en las Regiones Metropolitana, Biobío, Valparaíso, Los Lagos, y Magallanes, mediante entrevistas a coordinadores/as, equipos de atención y cuidadores familiares usuarios de los centros, además de profesionales del MINSAL y representantes de los Servicios de Salud. Entre los hallazgos, destacó la alta valoración que los usuarios expresaron respecto del funcionamiento de los centros.
La recepción positiva por parte de los usuarios fue consistente en todos los centros incluidos en el estudio. Esto confirma la importancia de mantener un enfoque adaptado a las necesidades locales de las personas con demencia y sus familias”, señala Josefina Aubert, directora alterna del proyecto y directora nacional del Departamento de Salud Pública USS.
Hallazgos y desafíos de implementación
Entre los principales desafíos identificados destaca la adaptación que los centros han tenido en sus respectivos contextos, con variabilidad en su operación y componentes centrales. Para Josefina Aubert, esta diversidad se relaciona con factores como el liderazgo local o el modo en que cada centro se vincula con la red asistencial. “Vimos que, en cada uno, dependiendo de esos elementos, se han implementado de forma variable las orientaciones, lo que es esperable para una intervención compleja y dinámica, pero que nos invita a observar el modelo y mirar conceptos como la fidelidad a la intervención”, señala.
Ante este escenario, los investigadores proponen avanzar hacia un modelo “armonizado”, que establezca componentes esenciales que puedan ser comunes para todos los centros, sin perder flexibilidad frente a las particularidades de cada territorio. “No hablamos de estandarizar, sino de armonizar. Definimos cuáles son aquellos elementos fundamentales que debiesen estar presentes en todos los centros actuales y futuros, independiente de su contexto específico”, explica Jean Gajardo.
Otro punto relevante identificado en el estudio fue la influencia que el liderazgo individual tenía en la implementación de los centros, en particular de sus coordinadores/as. “Encontramos que la implementación y continuidad del centro se veía fuertemente determinada por su coordinador/a. Es importante considerar esto en la sostenibilidad, y potenciar su rol como agentes de implementación que unen el micronivel con el meso y e incluso el macronivel”, plantea Josefina Aubert.
A ello se suma el impacto que tuvo la pandemia de COVID-19, que obligó a suspender temporalmente las actividades presenciales y a rediseñar las formas de atención. “La resiliencia y capacidad de adaptación de los equipos fue notable. La pandemia significó un desafío enorme, pero los centros lograron reinventarse. Esto es destacable porque una premisa de los procesos de implementación es que siempre ocurrirá cambios y el arte de implementar está ahí, en cómo navegar los cambios que ocurrirán sí o sí en esa implementación”, destaca Jean Gajardo.
Proyecciones y articulación con políticas públicas
Los resultados de este estudio llegan en un momento oportuno, ya que el Ministerio de Salud se encuentra desarrollando una guía operativa para orientar la futura implementación de estos centros, incluyendo la apertura de nuevos establecimientos anunciados recientemente.
Estamos satisfechos porque nuestra investigación llega en el momento preciso para seguir aportando con el diseño de esta política pública. Hemos tenido el privilegio de poder estar en contacto con el Departamento de Salud Mental del Ministerio para colaborar y propiciar que nuestro trabajo sea un aporte concreto”, apunta Jean Gajardo.
El modelo chileno de los CACPD ha despertado también interés internacional, siendo citado por publicaciones como The Lancet y por la OCDE como una experiencia innovadora de atención integrada en demencia, que responde de buena forma a las necesidades sociosanitarias asociadas a esta condición.