17 mayo, 2024

La hipertensión bajo el microscopio: Enfrentando desde la ciencia a la "asesina silenciosa"

La hipertensión, uno de los mayores problemas de salud global, afecta aproximadamente a uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres en Chile. Investigadores de la Universidad San Sebastián, como el Dr. Carlos Vio y el Dr. Cristián Amador, abordan este desafío desde la fisiología, la dieta y el sistema inmune, y entregan recomendaciones clave para su prevención y control.

 

María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS.

La hipertensión, o la elevación persistente de la presión arterial, es uno de los problemas de salud más extendidos y riesgosos a nivel mundial, afectando a cerca de 1.280 millones de adultos entre los 30 y 79 años. Conocida como “asesina silenciosa”, ya que pasa fácilmente inadvertida, la hipertensión en Chile afecta aproximadamente a uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres, pero sólo la mitad de ellos lo sabe y un escaso 20% la controla.

“La hipertensión arterial es la primera causa de pérdida de años de vida saludable en nuestro país y se le atribuyen, de manera directa, una de cada siete muertes”, señala el Dr. Carlos Vio, vicerrector de Investigación y Doctorados, profesor de la Facultad de Medicina y Ciencia y del Doctorado en Enfermedades Crónicas, quien ha estudiado la fisiología de este trastorno por más de treinta años. “Es el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares graves, así como insuficiencia renal y otras complicaciones”, agrega.

El Dr. Vio inició su carrera científica observando la ultraestructura celular de riñones bajo el microscopio electrónico y avanzó hacia la identificación de mecanismos claves en la regulación de la presión arterial. Un descubrimiento clave fue el origen de una enzima vasodilatadora y eliminadora de sodio llamada calicreína y su relación con la hipertensión.

Planteó una hipótesis innovadora: la baja calicreína en pacientes hipertensos podría ser una causa de la enfermedad, y el potasio podría estimular la producción de calicreína ya que esta enzima se origina en la misma célula que regula el potasio en el riñón. “En estudios clínicos, demostramos que una dieta alta en potasio aumenta la calicreína, reduce la presión arterial y elimina sodio del organismo”, explica.

Estos resultados han sido fundamentales para comprender mejor cómo la dieta -en particular una mayor ingesta de potasio- puede influir en la hipertensión, y han sido citados en importantes estudios y directrices internacionales​, marcando el camino para investigaciones posteriores.

Dr. Carlos Vio Lagos.

El trabajo del Dr. Vio subraya la importancia de reequilibrar la dieta moderna, típicamente alta en sodio y baja en potasio, para combatir la hipertensión: “Promover una dieta rica en alimentos naturales (carnes, frutas, verduras, hortalizas) que son naturalmente ricos en potasio, y alimentos no procesados, es una estrategia efectiva adoptada recientemente en varios países para reducir la hipertensión y sus complicaciones”. Más aún, sugiere que las políticas de salud pública deberían enfocarse no sólo en reducir el sodio -la sal- en la dieta, sino también en aumentar la ingesta de potasio ya que éste elimina el sodio actuando como un diurético en el riñón​​.

En ese sentido, ha propuesto incorporar un etiquetado de los alimentos que indique cuando un alimento es alto en potasio, y por tanto se recomienda su consumo. Esto, como un contrapeso a la desinformación en torno al contenido de sodio de los alimentos procesados. “No es posible controlar la hipertensión sólo con medicamentos; debemos hacer importantes cambios en el contenido de sodio y potasio de nuestra dieta, junto con educar e informar eficazmente a la población”, recalca.

Hipertensión y “memoria inmunológica”

El Dr. Cristián Amador, también profesor de la Facultad de Medicina y Ciencia y director del Laboratorio de Fisiopatología Renal, ha abordado durante los últimos ocho años la relevancia de la activación del sistema inmune en el inicio y mantenimiento de la hipertensión arterial. “La hipertensión arterial representa un desafío importante desde el punto de vista de la investigación, ya que el 90% de los casos son de hipertensión esencial, es decir, que no tienen una causa identificable”, comenta.

“Hemos investigado cómo la activación del sistema inmune actúa como un agente patogénico en el inicio y el mantenimiento de la presión alta. Lo que hemos observado es que ciertas poblaciones de células inmunes son relevantes en el desarrollo de la hipertensión. De hecho, el año pasado presentamos en el Congreso de la American Heart Association que cuando se toman células dendríticas del riñón de un animal hipertenso y se transfieren a un animal normotenso, se transfiere la hipertensión”, destaca el Dr. Amador.

Esta investigación sugiere que en la hipertensión existe una especie de memoria inmunológica que portan estas células dendríticas, contribuyendo al aumento de la presión en el contexto de la hipertensión esencial.

Dr. Cristián Amador Carrasco

Desde la perspectiva de la salud pública, el académico coincide con el Dr. Vio en enfatizar la necesidad apremiante de educación y concienciación en la población. “La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de la enfermedad cardiovascular, que es la primera causa de muerte a nivel mundial, así como de la enfermedad renal, entre otras. El problema es que el paciente recién toma conciencia cuando ya ha generado complicaciones graves”, señala.

Para combatir la hipertensión, agrega, “es crucial que las personas tomen conciencia en controlarse la presión arterial regularmente y lleven una vida saludable para cuidar la salud cardiovascular y renal. Las indicaciones convencionales de los especialistas incluyen tener una vida activa, alimentarse bien, reducir el consumo de sodio, mantener un control del peso, y seguir una dieta rica en potasio”.

“Aunque hay estrategias farmacológicas eficientes, no somos conscientes de la hipertensión, y no la diagnosticamos a tiempo. La vida sana y la alimentación adecuada son las mejores herramientas para prevenirla”, concluye.