Dr. Patricio Herrera: “El papel del historiador es fundamental para decodificar la complejidad del tiempo histórico que estamos viviendo”

Con una trayectoria de casi tres décadas en educación superior y la academia, Patricio Herrera González, Doctor en Historia por el Centro de Estudios Históricos, COLMICH (México), asumió recientemente la dirección del programa de Doctorado en Historia de la Universidad San Sebastián. Influenciado tempranamente en su formación por Sergio Villalobos, el Dr. Herrera ha procurado mantener un vínculo directo entre el conocimiento de la disciplina y la investigación.

Durante su carrera académica, ha desempeñado distintos roles en la Universidad de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de la Frontera y Universidad Católica Silva Henríquez. Además, ha sido profesor en programas de postgrado en Chile, México, Uruguay y Colombia, contribuyendo al desarrollo académico, la generación de conocimiento y la formación de investigadores dentro y fuera del país.

Su línea de investigación se centra en la historia política y social de los trabajadores de América Latina y el Caribe en el siglo XX, con un enfoque particular en el movimiento obrero durante la Guerra Fría desde una perspectiva transnacional. Ha estudiado organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Internacional Comunista, así como organizaciones obreras como la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), aportando a la renovación de la historia obrera del continente en escalas local, continental y global.

Para el desarrollo de sus proyectos de investigación ha obtenido financiamiento de CONICYT y ANID, y actualmente integra el grupo de evaluación de concursos Fondecyt en Historia, así como el programa de becas de postgrado de ANID en el área de historia y arqueología.

Al asumir la dirección del Doctorado en Historia en la USS, su objetivo es contribuir a los propósitos del Instituto de Historia y la Universidad, desarrollando academia, formando investigadores de excelencia y divulgadores del conocimiento histórico, con miras a consolidar al Instituto y al Doctorado como un referente nacional e internacional en la disciplina.

– ¿Cuáles son las grandes fortalezas del Doctorado que llegas a dirigir?

La primera fortaleza son las personas que integran el programa. Tanto el claustro como los doctorantes son fundamentales para lograr los objetivos del Doctorado en Historia. Otra fortaleza es que, siendo un programa joven, tiene una acreditación de cuatro años, porque hay un compromiso de quienes me antecedieron en la dirección, y del claustro, por una formación de excelencia en la investigación histórica. Nuestros graduados hoy están en el sistema universitario, están publicando sus nuevas investigaciones o formando capital humano. Todo eso es resultado de la formación integral que recibieron.

– ¿Cuáles son los principales objetivos, desafíos y proyecciones de tu gestión?

Los desafíos siempre son una oportunidad para crecer y mejorar. En lo inmediato, el principal es el próximo proceso de reacreditación. Estamos confiados en que nos irá muy bien, ya que tenemos resultados significativos y evidencias del trabajo concretado. También es importante la internacionalización del Doctorado: contar con una doble graduación, tener profesores visitantes extranjeros, pasantías de investigación para nuestros doctorantes, intercambios académicos con doctorantes extranjeros, pasantías internacionales para profesores de nuestro claustro. Todas ellas cuestiones para las que contaremos con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación y Doctorados.

Otro desafío relevante es integrar más investigadoras a nuestro claustro. La Comisión Nacional de Acreditación está preocupada por cerrar las brechas de género en los postgrados del país, y bajo esa perspectiva las instituciones deben ser las primeras en promover políticas de incorporación. Anticiparse a estas exigencias será fundamental para futuros procesos de acreditación.

– En tu opinión, ¿cuál es el papel de las y los historiadores en la sociedad contemporánea?

Hoy, el estudio histórico debe hacerse en diálogo con las ciencias sociales, desde una perspectiva interdisciplinaria. El papel del historiador se vuelve entonces fundamental para decodificar o traducir la complejidad del tiempo histórico que estamos viviendo, pero sin perder de vista la relación de continuidad y cambio. Nada inicia de cero. Hoy podemos fijar la atención en transformaciones tan complejas como la precarización del empleo; tecnologías y sustentabilidad; productividad y decrecimiento; bienestar social y prosperidad; seguridad social y envejecimiento; consumo y pobreza, por sólo relevar algunas de las problemáticas que son de amplio debate teórico, social y político actual.

Pero ninguno de esos problemas nació hoy, sino que tienen una raíz histórica. Podemos hacer mucho como historiadores e historiadoras para que las generaciones actuales empaticen con estos procesos, y mostrar caminos o soluciones desde la experiencia histórica.

– ¿De qué manera crees que los graduados del Doctorado en Historia de la USS pueden contribuir dentro y fuera del ámbito académico?

Todas las cuestiones que mencioné anteriormente pueden ser abordadas desde la docencia y la investigación en nuestro programa de Doctorado en Historia, tanto en términos de formación de capital humano avanzado, producción historiográfica y la divulgación de nuestro conocimiento. Los doctores en Historia de la Universidad San Sebastián tienen la capacidad de contextualizar y analizar problemas contemporáneos desde una perspectiva histórica, lo cual es una herramienta valiosa tanto en el ámbito académico como en otras esferas.

El Doctorado en Historia de la USS, hoy bajo la dirección de Patricio Herrera, se constituye como un espacio innovador y comprometido con la formación avanzada de historiadores de alto nivel. Con una visión integral que abarca la docencia, la investigación y la divulgación, el programa busca fortalecer el conocimiento histórico y a la vez influir positivamente en la sociedad, respondiendo a los desafíos contemporáneos con una perspectiva histórica fundamentada y relevante. Conócelo aquí.